lunes, 29 de noviembre de 2010

Muy parecido al amor.

Entonces había un juego, daba exactamente lo mismo que la sonrisa fuera acatada o correspondida o ignorada, una sonrisa registrada por quien la había merecido.
La sonrisa que en el aire se esfuma tiene cuerpo de bailarina que danza con las flores que caen de los árboles. La sonrisa que te mereces esta adelante tuyo tras una pantalla porque aun no me has querido ver.
Y cuando las palabras tomen vida propia y hablen por si solas buscando verbos precisos, adjetivos y sustantivos propios únicos y con delicadeza, apuesto a quien sea (y mira que no soy de apostar) a que quedarás, te quedarás, y lo harás. Boquiabierto.
No te diría nunca, que tu nombre me llega como los perfumes que atraen a las diosas del Olimpo y se dejan seducir por la inmortalidad y un tal, talo de Aquiles.
Me siento morir en ti, atravesada de espacios que crecen, que me comen igual que mariposas hambrientas. Pero sin embargo, no me puedo dar el lujo de la impaciencia porque lo arruinaría.


No, calla, lo arruinarás-


-M♪ca,ela.