Siempre hay
una libertad que no suelta. Algo rebelde y un poco anarquista. Un suspiro
ahogado que sale, y por suerte, en forma de poesía. Se mantienen los velos
tapados, viene un ave los toma del pico y arranca las raíces mal heridas de
falsedades. Caen las vendas. Caen las prendas. El ser se desnuda ante el mismo.
Las sombras suelen tener luz cuando el sol no las refleja. Ahora, sentado
frente a la ventana, dime...¿ves todo aquello que quieres ver, o ves la
realidad?
Cierta
esperanza le roza la piel. ¿No sentís piel de gallina? Si, esa patética expresión,
pobre expresión literaria de la lengua cotidiana.
Le besan el
cuello tan miel, la tierra pide más. Una hidratación. Muere de sed y los besos
robados nunca llegan, porque a mitad de camino se traban, quedan varados
tomando algo en un café y olvidan su objetivo.
Claro, después
cuando recuerdan no saben cómo hacer. Ella y la bruma. Vestido del aire.
Siempre, el ser se desnuda ante sí mismo.
By: Micaela Nuné Halacyan
(el arte es un estado del alma)