jueves, 6 de octubre de 2011

Querida espera:


Te admiro. Admiro ese inquebrantable sabor de no saber como es el sonido de tu voz, si será alguna vez la esperada caricia que tanto ansia mi alma.
Es la fascinación de no conocer tu verdadero color de ojos, solo los veo así tan grises como ese que suelen tener las estatuas que inmóviles en el espacio que ocupan, dejan su brisa de estética y belleza petrificada. Admiro la manera en la que sin tus respuestas a mis preguntas, mi corazón se acelera y espero algo que no se como surgirá. Pero que lo se, lo se.
Ojalá que te llegue esta carta que es mi más ansiada confesión a tu ser. Ojalá que si algún día comienzas poco a poco a mover tus dedos y por ende todo tu cuerpo  se deje fluir, te dejes llevar por estas palabras y me tomes con tus brazos así en la eternidad del instante quedamos inmóviles, pero juntos.



Contemplación.


pd: Te esperare con mis pies pegados al cemento frío.


By: Micaela