No. No es un simple fanatismo. Es la inexplicable e inmensa forma
de expresar la nostalgia de la vida.
No. No tiene que
ver con moda. Es la inmensa e intrínseca forma de escribir poesía (y no, no es
sencillo eso)
No. No es un
capricho. Es la intrínseca e indiscutible perfecta descripción de la respiración
del mate en París.
No. No es solo un
deseo. Es la indiscutible e increíble sensación de relatar como dos amantes se
hacen el amor mientras la luna entra por una ventana de vidrio resquebrajado,
mientras las sabanas yacen tibias y alguien sostiene un cigarrillo.
No. No es nada de
todo eso que se puedan imaginar. Es todo lo contrario. Julio, es el escritor
que juega con las palabras y te invita a saltar la rayuela. Es la mística del
enamoramiento. Julio, es el niño que quienes saben leerlo, llevan dentro.
Nuné