martes, 2 de febrero de 2016

Julio Florencio

No. No es un simple fanatismo. Es la inexplicable e inmensa forma de expresar la nostalgia de la vida.
No. No tiene que ver con moda. Es la inmensa e intrínseca forma de escribir poesía (y no, no es sencillo eso)
No. No es un capricho. Es la intrínseca e indiscutible perfecta descripción de la respiración del mate en París.
No. No es solo un deseo. Es la indiscutible e increíble sensación de relatar como dos amantes se hacen el amor mientras la luna entra por una ventana de vidrio resquebrajado, mientras las sabanas yacen tibias y alguien sostiene un cigarrillo.

No. No es nada de todo eso que se puedan imaginar. Es todo lo contrario. Julio, es el escritor que juega con las palabras y te invita a saltar la rayuela. Es la mística del enamoramiento. Julio, es el niño que quienes saben leerlo, llevan dentro. 

Nuné