sábado, 14 de junio de 2014

Despertad

¿Acaso debemos hundirnos para hablar del amor? Jactarnos de que el amor es la salvación, lo bello, lo único…luego de hundirnos hasta el fondo. De tocar fondo, casi en la rama del suicidio. Crimen del alma misma. De almas cobardes. La vida es la verdadera travesura que nos debemos permitir.
¿Acaso debemos hundirnos para hablar bien del amor? Decir: “tiene poderes de salvación”, “es eso que da ganas de besar”.
De verdad ¿Es esa la única manera?
¿Acaso, y verdaderamente, debemos hundirnos para hablar de amor dulcemente? O es que como humanos no vemos que el amor es un todo, que está en frente de nuestras narices, en cualquier lado, en sus múltiples formas. O acaso como humanos necios quisimos crees que no nacimos con la capacidad de ver lo que es tan obvio y nos incitamos, ya contaminados por las masas, a no creer que el amor es todos los días un simple respirar.
Es besar.
Es descubrir.
Es abrazar.
A uno mismo.
¿Necesitamos verdaderamente caer desechos para darnos cuenta que el amor nos salva luego de tanto andar, encontrar a alguien y solo ese alguien?
Y si debajo de tu puerta aparece un papel con la confesión única y secretamente guardada por la conciencia dormida del ser humano: “el amor eres tú”.

Allí mismo, ¿Qué harías entonces con tanto amor hecho humano? 

By: Micaela Nuné Halacyan
(el arte es un estado del alma)