jueves, 10 de abril de 2014

De almas

Nadie sospechaba, claro. Nadie sabe la verdad. Pocos miran a los ojos directamente, pocos se atreven a la Verdad. Mezcla de bullicios de campanas y resonancia del amor, las energías se mueven si hablo y…

En la secreta ilusión del amante, ambos no saben por donde comenzar. Desterrados de todas las posibilidades se miran fijamente y le sonríen a estrellas que melancólicas y sublimes en su simple existir los acompañan a cada paso.
Los ojos tan miel, eterna profundidad del espejo. La misma profundidad que ella, tiene ojos café. ¿Acaso nunca probaste la miel en el café? Saben tan complemento y perfección que da gusto beberlos juntos.
- No recuerdo lo que pactamos, a penas estoy despertando –confiesa la otra parte.
- Ya lo sabrás –le asegura la parte consciente – solo fluye. Siempre estoy ahí. Recorda cuando bailamos…
- Cuando bailamos…
- ¿Te acordas que te tome de las manos? Era de noche y las estrellas eran velas anunciantes de un despliegue único. El nuestro…
- Y te mire a los ojos y…
- ¿Y que más?
- Me hablaste sin hablar…y te escuche con tanta claridad, llevabas un vestido bordo, largo…con dibujos, somos los mismos al bailar, tan…
- Exacto.

Ojos tan tiempo y miel, ojos tan café…nunca mejor combinados y servidos sobre la madera lustrada dentro de un bar, sonaba una canción francesa, vos siempre sentándote en el mismo lugar, del lado de la ventana. Y tímida te sonreía.

Un día te acercaste y me susurraste…recordas? Yo si. 

By: Micaela Nuné Halacyan
(el arte es un estado del alma)