miércoles, 13 de enero de 2016

El tiempo se oculta en tu sombra, tan iluminada. Agujas muertas del reloj que marcan el pasado con respiración entrecortada y algunas sabanas revueltas.
El tiempo se oculta tras tu silueta delgada. Inmortalizada. Ahora la lente dispara un brillo y la eternidad consume los ojos miel que te delatan. La mueca transparente.
El tiempo mantiene las ocasiones vividas dentro de un mundo paralelo, un somnífero al corazón o algo así leí...creo. No. Si. Ojo miel. A veces tu silueta se muestra tensa en mi presencia y a veces tan inútil. Un poco lejana. Quizá. Si. Debe ser la lejana. Y acá con estas manos y sin un sapito contento que pose suave sobre mis palmas llenas de palabra y pluma.
Algún día.

Nuné

viernes, 8 de enero de 2016

Pluma

Siempre sentí que leer poesía en voz alta es como acariciar las palabras. Sentirles el gusto, que ya no son utópicas, parte de nuestra imaginación. Ese vasto y fantástico mundo inmenso, infinito. Ahora cuando leo en voz alta, siento que las palabras rozan mi lengua como una dulce pluma que me aprieta el corazón. Ser más libre. En ellas. En las palabras. Los versos. La pluma. La lengua.
Todo se acumula en mi. Como una estrella, que antes de explotar se consume en si misma, y luego se expande, inmensa, furiosa. Amor. En todo el universo.
Estrella
Versos
Pluma
Lengua
Porque leer en voz alta es casi tan magnifico como sentirme viva.

Nuné

sábado, 2 de enero de 2016

Sin límites

Hay una nube negra que posa suave y turbulenta sobre corazones aún dormidos, despertándose así de un soplo al oído, un susurro del más allá. Una caricia delatora que en los altos muros observa. La sociedad, negra nube porosa, absorbe de inmediato el inminente sentir descomunal y virginal de la experimentación natural. Porque mil veces es más fácil empuñar el arma contra el miedo, un humano, un igual, y mil veces más difícil despertar abrazándolos en un absorber simultáneo, dejando el aliento como última salida del placer de vivir. Una exótica forma de ser. Lúdica vida que se muestra tal cual es. Amar en justa medida, sin que nada se detenga en el fluir del silencio que los mantiene unidos, cerca, rozándose los labios, petrificándose en una penetración de luces que se abren y muestran tal cual la luna los ilumina. Iluminados. La era de la represión. La muerte que azota las calles y dos manos que se toman, temerosas y libres. La fantasía. Lúdica vida que se posa sobre estas manos blancas que escriben sobre un lienzo de papel y pintan la poesía del amor escuchando el susurro del poeta que detrás del atril mueve ágilmente la lapicera entre sus dedos finos, largos. Terciopelo. Aquella delicada forma de expresar. Moverse en el agua como peces gemelos. Almas. Y entonces. Gemelas. Y así…entonces…almas. Ver en ellos…gemelas. Ver sus rostros de sensibilidad ante la existencia. La vida. Manos de hombres. Manos del arte. Había una vez…Sobre corazones aún dormidos. Despertar. 

Nuné