Las encontré. Volví a posar la mirada
entre sus encorvadas muecas y siluetas apresuradas, llenas de personalidad que
solo quien sabe analizarlas podrá dar una respuesta más certera. Las encontré.
Entre un placard abarrotado de ropa, desacomodado, lleno de energías mezcladas,
dentro de una bolsa, de una más chiquita y por fin el paquetito.
El tiempo es un dulce néctar
que puede llegar a ser la sazón más bella si descubres, un poco más grande,
pequeños detalles que pasaste de largo al ser chico.
Eso sucedió. Me reí a
carcajadas hasta que alguien abrió la puerta. Todo desapareció dentro del
placard (acomodado).
Casi. No vaya a ser que me vean
desnuda, aunque esté totalmente vestida.
By: Nuné