jueves, 8 de marzo de 2012

Diario de la lejana (5)

Sabes? He tratado de entender ciertas cosas. Pero sucede que me empieza a doler la cabeza cuando le doy tanta vuelta a asuntos que simplemente se pueden disfrutar, así como están.
Una risa. Una palabra. Una mirada. Un sueño. Una fantasía. Un dolor. Una lagrima.
A veces me pregunto el porqué de todo aquello. No el “para que” sucede. Sino a que viene cada cosa que me acaricia a su manera. Y me duele la cabeza pues, tratando de entender. Me siento, me paro. Respiro, me fastidio. Una mano, la mía, la tercera que no veo, me aprieta el pecho e insiste en buscar una respuesta. Ya que es más que necesario entenderlo todo.
Pero entender las cosas no se trata de buscarle una explicación lógicamente con palabras, basta con disfrutarla así, y agradecer que te suceda. Que experiencia más bella la del ser humano de poder sentir tanto.  Que sentido tendría la vida si no sintiéramos tan intensamente?
Sabes? He tratado de llevar más tranquila mi ansiedad. Es un momento de cambios y comienzos. Aunque eso es mentira, porque las dos cosas ya emprendieron camino cuando abrí los ojos el primero de enero de este año. Y más aún había comenzado el año pasado en diciembre. Nunca tuve vacaciones más estables que estas. Tanto por dentro como por fuera. Se siente bien el respirar sin agotamiento extra.
Sabes? Muchas veces me he mirado al espejo, e intento descifrar cosas que no son tan visibles. Al menos no para todos. Soy consiente de ello. Y muchas veces sufrí por ese motivo, pero era porque no los comprendía. Ahora cada día más trato de comprender que las personas comprenden de mí y mi ser lo que deben entender. Y eso me basta para sonreír.
Sabes? Algún día llegarás, y me entenderás completa. O al menos eso es lo que espero. Pero dicen que esperar no siempre es bueno. Esperar de otros.
Sin embargo, sabes que? Yo no te espero, espero por mí al llegar a ese punto donde nos encontremos. Cuando este lista para saltar las piedras y termine desfrutar el bello paisaje que tengo delante de mi. Lo disfruto tanto que a veces se me caen lágrimas de pura emoción.
Las personas no comprenden a veces. Pero lagrimeo fácil cuando las cosas me emocionan, y puedo jurarte que lo que más me gusta en el mundo es la salada y húmeda gota que se posa en la comisura de mis labios, aguardando a que la saboree y me ría a la vez.
Me gusta, porque hay tantas cosas a mi alrededor que confirmar mi pensar y mi sentir, que me siento a gusto con el Universo y conmigo misma. Bueno no siempre, pero eso es parte de ser humano.
Y sabes que? Este es el primer escrito fluido y real en mucho tiempo.

By: Micaela