jueves, 31 de marzo de 2011

Suspiros.

Es el eterno enamoramiento poético lo que lleva a los suspiros permanentes ante cualquier eventualidad artística, una hoja que cae del árbol y baila hasta llegar al piso, una danza en el medio de la calle, se corta Corrientes y el tango invade. Manos tomadas por todos lados, besos fugases de despedidas cortas que solo se llevan unas horas. La cartelera del cine, la música que sale de un bar, el olor de la panadería por las mañanas. El roce del brazo del muchacho a tu lado con ojos color café que jamás has visto, pero sin embargo ahí esta, te acompaña mientras viejas mirando por la ventana en el colectivo. Una brisa veraniega en pleno invierno, el ritmo de los pies al caminar.

Es ese eterno momento en que todos tus sentidos están atentos al amor en todas sus formas y sin embargo miras tu mano y se encuentra sola y vacía. Como una mano enamorada de la otra y que no sabe como cruzar la frontera que la separa de ella.

Pero no intenten comprender este espíritu tan compartido, tan trasparente y a la vez tan mío que solo puedo apreciar yo y solo unos pocos son valientes que me dicen que también ven a través de mi y realmente me conocen.

Solo unos pocos son valientes.

Pero en fin, yo aquí me quedo, con mis escritos, poesías, ilusiones, música, mundo y universo entero, me quedo aquí como esperando algo, o simplemente viviendo. Me quedo como sentada en la orilla del mar mirando el horizonte y escribiendo cartas al viento, y cantándole a la vida misma. Que ella misma me abraza y me cuida. Me inspira.

.M♪camelí.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Plumas.

No lo se, supongo que así se deben dar las cosas. Arrepentida?, de nada. De que vale arrepentirse si uno amo, disfruto y dio sonrisas en el camino. No lo vale, enojarse. Eso se los dejo a los pobres de alma vacía con corazones oscuros, a aquellos que la sociedad atrapa y manipula a su manera sin dejarles márgenes de defensa. Nada, una simple caricia al corazón, eso ansié tanto tiempo, lo tuve y ahora solo son las brisas quienes me acompañan a mecerme en mi hamaca paraguaya mientras contemplo el cielo y pienso en las cosas maravillosas que pasan en mi vida. Y pienso en toda la gente que esta dentro de ella, y por todas y cada una de ella sonrío, aunque muchas me hayan lastimado, me hayan humillado y hasta defraudado.

Que más da, son seres humanos. Hoy por hoy puedo mirarlos con los ojos de mi alma, y perdonarlos a todos y sonreírles con verdadera alegría.

Quisiera igual, irme a navegar por ahí, sola, y divagar, no recordar nada más y tener la poesía en la punta de los dedos como rayitos de sol. Tener las palabras en la punta de la lengua, y seducen sin salir. Seducen y se quedan donde están…en mi.

A veces miro por la ventana y recuerdo las palabras que me lastiman en el fondo de mi corazón, las que siguen presente, y las quiero dejar ir, me cuesta. Pero poco a poco se trasforman en flores. Pero me cuesta.

La gente esta tan vacía caminando por la ciudad, tan lastimada y envidiosa. Duele la sociedad. Y mirarlos igual, lastima más. Opté por mirar a la gente con el corazón y sonreír lo más que pueda, la verdadera sonrisa, esa. La mentira dejala para después, si total la mentira es una parte de la verdad que se utiliza para no lastimar pensando que mintiendo no dejamos llevar en verdades mentirosas que engañan y curan, y cuando salen lastiman.

Vale perdonar y sacarse las cosas negras de adentro, porque no valen que estén ahí, no lo valen. Sea lo que sea. Para que mirar con odio si ya perdone todo, hasta las palabras mas hirientes. Porque no recordar simplemente las sonrisas, los besos, la yerba, el mate y la bombilla?. Así la vida es más dulce. Y cada uno le pone sus cucharadas.

Quiero caminar hasta el fin del camino y ver tu silueta de pie, esperándome con los brazos abiertos, quiero sin miedo hundirme en ellos y cerrar mis ojos, suspirar y que mi alma repose en la tuya sin miedo de que tus manos me tomen del cuello desprevenida. Quiero dormir mucho, no soñar y mañana otra vez sonriente, volver a despertar.

-M♪camelí.

mesientoenpaz.

sábado, 26 de marzo de 2011

Lo ves?, aquí se guardan las palabras amor.

Ella flotaba en una luz rosada que latía como un corazón tranquilo y le ofecia imágenes que podría poner en palabras. De vez en cuando cerraba los ojos y, al abrirlos, la luz que había cambiado de color o el aire se había llenado de perfume distinto o sonaba una música que nunca había escuchado. Algunas veces le parecía que era el color el que sonaba a su alrededor o el perfume que cambiaba de forma frente a sus ojos. Veía un aroma de clavel en el canto de una flauta o podía oler el recuerdo del rostro de su madre en una combinación de rojos y violetas. Eran tan hermoso que a veces lloraban sin saber porque, con lagrimas lentas que no se deslizaban por sus mejillas para caer sobre la camiseta azul, sino que se convertían de inmediato en globitos trasparentes que se quedaban flotando en su alrededor y podía saborearlos estirando la lengua para captar su sabor salado.

No había nadie en la sala, pero no se sentía sola porque en ocasiones notaba presencias amigas, suaves como los pañuelos de seda que se guardan en un cajón de tocador o calidas como pollovers de angora.

Presencias que la rodeaban, la confrontaban, le susurraban historia sin palabras que ella comprendía de algún modo.

Eran sensaciones rápidas, vaporosas, tranquilizadoras que se desvanecían al momento de aparecer y le dejaban una sensación relajante.

Los colores cambiaban suavemente, la música sonaba, los perfumes y presencias se sucedían y ella se dejaba hacer, feliz y confiada, flotando en la luz, sin necesidad de palabras. Todas las palabras habían huido. Recibía alegremente cada cambio de luz y de sonido, pero ya no trababa de ponerlo en palabras, de recordarlo para poder contarlo. Su mente se ha había abierto al regalo que aquellos seres luminosos le estaban ofreciendo y ni una solo vez se le paso por la cabeza que debía de hacer mucho tiempo desde que salio del colegio, que la estarían buscando, que nadie podría encontrarla porque nadie, menos el viejo del parque, sabia de la existencia del almacén de las palabras terribles.

viernes, 11 de marzo de 2011

Ciudad de ángeles.

El alma de mis sentidos recorre el más bello amanecer percibiendo cada matiz de colores nuevos que se presenta ante sus ojos. Siente cada rayo de sol que se asoma cauteloso y tímido por detrás de las montañas.

El viento acaricia sus mejillas suavemente y la frescura del día renace flores en ella que creía perdidas, aquellas flores muertas y vencidas se levantan con un vivaz y seductor movimiento haciéndose notar, y cada pétalo se tiñe de color nuevamente.

Los árboles y sus hojas cantan canciones del aire que acompañan al momento en el que el alma de mis sentidos se despierta y renace cada mañana. Y luego, el corazón palpita alegre, porque tiene un corazón que lo quiere. Un correspondido corresponsal que corresponde al amor, después de tanto. Corresponde. Me.

Puede ser que sin vos diga tu nombre cierto, puede ocurrir que alcance sin manos tu cintura. Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino es también la luna y el espejo, busco esa línea que hace temblar a un hombre en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.

-M♪ca,ela. ( y fragmentos de Cortázar).