domingo, 30 de octubre de 2011

Expresarte al expresarme.


Te veo. Comprendes? En mis palabras puedo verte, sentirte, apenas rozarte con la yema de mis dedos, y tal vez, cuando tengo suerte tus aromas llegan hasta mis sentidos y entrecierro los ojos mientras respiro tu esencia y una lagrima acaricia mis pupilas.
Entonces resuelvo al fin, el interminable momento de dichas que he pasado, pero siento que cada momento que he vivido a sido un ladrillo para formar el castillo que luego quedara listo cuando me invites a pasear simplemente con estar presente en el mismo salón que yo, y ahí sabre que mi castillo a llegado a su fin de construcción para vivir dentro de el, tal vez juntos, tal vez vos, tal vez yo o nosotros en un instante tan íntimo y eterno como el viaje de una gota de lluvia desde el más infinito cielo hasta caer en tu nariz mientras miras el paisaje azul y me cubres con tus manos, para no empaparme demasiado, o tal vez, porque simplemente, quieres abrazarme.
Y yo me dejo, porque no hay mejor castillo ni refugio que tus brazos.
By: Micaela

Entre tus alas (1)


Y entonces ahí, en el medio de la noche, mirarte. Con la silueta clavada sobre la pared, inmóvil. Casi sin poder respirar, pero mirándote.
Entonces tu, bella dama, te das vuelta, y yo fiel caballero te saco a bailar con la mirada y nos quedamos inmersos en cosas que no podes hablar. Es tan familiar el observarte. Es tan fascinante tu elegancia al caminar.
-Querido?
De repente, toda mi poesía se mezcla…
-Dime amiga
-Que es lo que te sucede, te encuentras ahí, tan absorto…tan en vos. Que te ocurre?
-No es obvio? –me quede mirándola, pero ella hizo caso omiso a mi retórica pregunta-pocas veces, perdón, nunca todo mi cuerpo se a quedado inmóvil al observar a un ser tan increíblemente bello como esa dama.
-Quien? Ella? Es linda si, pero que te atrae tanto.
-Mira esos ojos, mira esas manos. Mira ese rostro, siento que lo conozco.
By: Micaela

lunes, 17 de octubre de 2011

Vitalidad del ser


Te confesare fiel lector, estoy aquí  en un momento integro de paz y bienestar propio. El bar en el que me encuentro es uno de mis favoritos, mi croissant de jamón y queso sacia mi hambre de una manera gloriosa, casi te diría es el mejor manjar del mundo (además de que me encanta) y mi latte tiene la temperatura justa de caliente como para que todos mis sentidos gustativos se deleiten ante él.
El lugar en el que me encuentro se mantiene en color sepia, casi te diría que las luces tienen un tono tan pacífico y seductor que todo parece estar en sepia, y me siento a gusto en el sillón que me brinda su espacio para que me recline cómodamente.
La música cosquillea mis orejas,  me hace sentir única en el mundo, como si mi camino de verdadera inclusión en el arte comenzara cada vez que me regalo estos momentos de placer y satisfacción propia. Más un lunes, un comienzo de semana excelente, acotando que hable con gente que extrañaba y adoro con mi corazón tanto el día de ayer como los anteriores, y mañana voy al teatro, debo decir que mi vida se torna fantástica. Y esto no siempre ha sido así… en realidad no tiene porque serlo siempre. De toda lágrima aprendí una sonrisa.
Pero en fin, siguiendo con mi relato, la música tiene un xilofón constante en su melodía que me hace entrecerrar los ojos y echar mi cabeza hacia atrás, adorando al universo mismo y agradeciéndole a Dios por darme la oportunidad de darme regalos tan sencillos pero a la vez con tanto placer como este.
Y ahora de fondo, hay música francesa. Oh! se me regocija el alma de amor al universo. (♥)

By: Micameli

viernes, 7 de octubre de 2011

Un minuto en tiempo almico


Las miradas tiene ese indiscutible sigilo intimidador que te roba el aliento, aunque todo depende de como sean ellas, las hay picaras, tiernas, seductoras y algunas llenas de dolor. Pero de las que quiero escribir en el viento son de aquellas que reconocen la ventana del alma, por ende se trata de nuestros ojos. Son de las que se perciben una caricia, cada parpadear es una caricia, tienen un idioma tan único que los labios quedan sellados en un interminable silencio que descansa profundo en si mismo, dejándose llevar y disfrutan de la conversación de las pupilas que se sonríen, se acarician, son cómplices del espacio y del tiempo que comparten inevitablemente.
Puede que ineludibles admiren el respirar de la expresión. Los ojos tiene más secretos que toda la humanidad junta, se despejan de toda privación de la libertad que a veces cualquier otra parte de nosotros la tiene. Ellos derrumban muros y distancias. Hacen que el tiempo vuelva a renacer, porque al encontrarse, cuando se vuelven a hablar se miran, se miran al hablar, se leen los parpados, se respiran los colores que contienen sus respectivos iris, se acarician… ahí es cuando se encuentran y pareciese como si el tiempo jamás hubiera transcurrido.
Este ultimo, vale aclarar, es relativo. ¿Depende para que, o para todo?
Y entonces, allí vas, respirando ese reflejo aireado que te brindan los ojos que te miran, te acompañan, te envuelve en sus brazos y te libera de todo mal. Es casi como sumergirse en un mar de agua pura y limpiarte integra el alma, volverte puro finalmente, y agradecer. Agraceder, que se volvieron a encontrar las miradas que tanto se buscaban.

By: Micaela

jueves, 6 de octubre de 2011

Querida espera:


Te admiro. Admiro ese inquebrantable sabor de no saber como es el sonido de tu voz, si será alguna vez la esperada caricia que tanto ansia mi alma.
Es la fascinación de no conocer tu verdadero color de ojos, solo los veo así tan grises como ese que suelen tener las estatuas que inmóviles en el espacio que ocupan, dejan su brisa de estética y belleza petrificada. Admiro la manera en la que sin tus respuestas a mis preguntas, mi corazón se acelera y espero algo que no se como surgirá. Pero que lo se, lo se.
Ojalá que te llegue esta carta que es mi más ansiada confesión a tu ser. Ojalá que si algún día comienzas poco a poco a mover tus dedos y por ende todo tu cuerpo  se deje fluir, te dejes llevar por estas palabras y me tomes con tus brazos así en la eternidad del instante quedamos inmóviles, pero juntos.



Contemplación.


pd: Te esperare con mis pies pegados al cemento frío.


By: Micaela