sábado, 27 de febrero de 2016

Confío

Caen hojas secas sobre mi, tienen un sutil movimiento en el aire etéreo que las hace danzar de una forma extrañamente melancólica. O puede que sea yo.

Marie entrecierra los ojos mientras despide el humor de su boca, como fumadora pasiva, estar en Paris, no le afecta. No. No...volvé a vos Marie. Tus tierras son otras.
Marie hace que entiende todo, pero la única verdad que prevalece es la que sumba en su corazón. Bah...
Marie. Ay Marie.
Marie lo sabe. Si su plan es enojarla no lo lograría. Rescata el egoísmo que susurra en este silencio que la envuelve de a ratos.
No.
Marie teme más por su poesía que por su futuro corazón roto. Si su poesía muere algún día, será porque ella no puede respirar bien.
Hay música. Hay aplausos. Hay armonía.
Armónica.
Es absolutamente innecesario, sabiendo que es la mujer más abierta a todo lo que puede existir.
Quizá lo merece. El silencio.
No. No seas egoísta Marie, no seas egocentrista. El mundo no gira a tu alrededor. Aunque a veces es ella quien gira al rededor del mundo. Quizá su insoportable naturaleza de persibir todo quiere el Todo. Imposible.
La insoportable levedad del ser. Te entiendo. Siento demasiado. Pero es lo más lindo de estar vivo.
Suena una voz. En el jardín se posa una mariposa. Marie esta sentada delante de mi. La observo. La amo. Conmovida de lo niña que es. Mi lado más ella es también amar y reír entre la melancolía que le genera extrañamente el danzar de las hojas secas que caen sobre ella.

Pero esta bien. Marie ama intensamente. Ella no miente, exagera. Si esta poesía llega a tus ojos, reite. Viste que el melodrama es mi especialidad. Pero es innecesario. Si. Dar señal de vida no es de débil. No es tan egoísta. Aunque quizá lo sea yo. Ella. No se.
Confío.

Nunè