Tomar mate en la vereda, los pies esquivando el
charquito, los ojos suaves y pequeños que se esconden tras sus
pestañas por el sol, un auto antiguo que pasa...tal vez la simpleza de existir
y respirar, de eso trata sentarse en la vereda y jugar.
Dibujar en palabras la exquisitez del instante, ya que
con el lápiz no se es muy bueno plasmando imágenes mentales, se recurre a la percepción
casi innata de enamorarse a cada momento.
Somos instantes eternos, eso es existir. Algo así como…sentarse
en la vereda y jugar.
By: Micaela Nuné Halacyan
(el arte es un estado del alma)