miércoles, 6 de abril de 2016

Marie, escribiendo...

A Marie le zumba en los oídos una canción que extraña. Hay dos voces que juntas se fusionan...¿cómo? Ah! Todavía no sabe porque tan bien. Resultaba sano y restaurador de mandíbulas rotas. ¿Por qué rota? 
Le zumba una melodiosa guitarra, desafinada ¿Por qué desafinada? Quizá pensaba que resolvía algo dejar todo lo que amaba por un adiós momentáneo. 
Si, un poquito Marie te está retando.

Mientras Marie toma mate, le surgió esa frase "le zumban los oídos una canción que extraña". La armónica forma de ser se destruye de a poco consumiéndose en si misma, y duele. Duele sentirte desafinado. Marie no sabe afinar guitarra, ni siquiera sabe si sabe afinar algo. ¿Un corazón? Quizá. Simplemente sos parte.

Esta semana llueve toda la semana. Maldita sea Marie! escribiste que si abría su ventana no llovería; sabrás comprender que era una metáfora más profunda. Más desde esos ojitos. EY! Basta.
Lo siente ahí, en su centro, todo desafinado. No importa que haya silencio, no importa que no haya palabras, no importa que no suenen las voces. Siente igual. Porque todo va más allá, de esas cosas.
Marie pasa sus días en una aceptable armonía, y esa es la verdad. En armonía de sonrisas y pequeñas metas que se van cumpliendo. Pero llegan instantes, quizá a veces, más seguido que de costumbre. Ahí lo sabe, lo siente. Desafinado. Sabe que no es su responsabilidad total pero...¿Te hará mejor esto? ¿Escribirte? ¿Acá? ¿Así? ¿Me lees? ¿Te sirve de algo?
Te extraño.

Quizá, no se, se me ocurre. Digo...a Marie. Piensa ¿se sentirá culpable de algo? Ef, basta de esa palabra tan inútil. Por experiencia propia Marie sabe que eso no sirve, aparte...culpable ¿de qué!!!?
Bueno, Marie toma mate. Se calma. Los dedos hierven poesía. O escritura. Ganas de pegarle un cachetazo! Suave. Suave. 
Te siento, como siempre te sentí. Pero ahora la música de tu existencia llega desafinada y débil. Date cuenta que es necesario que toques otra vez tus músicas y sonrías. Afinate. Si, un poquito Marie te esta retando.
Le zumban los oídos, una canción que extraña. 



Sin embargo, no te engañes más. Entiendo todo este tsunami. No sabes cuanto. 
Bah.
Vaffanculo.

Nuné