sábado, 28 de agosto de 2010

Desafio sin sentido.

Así que no me odies ni te espantes. No te alejes ni te me acerques. No me mires ni cierres los ojos cuando te tengo en frente. No me olvides ni me recuerdes. No me llores ni me cantes. Si me alejo es solo para sobrevivir de lo duro que es tenerte en el corazón solo de mi parte. Una parte, construcción incompleta de este maldito puente que arme sin darme cuenta. No tiene fin, no hay nada del otro lado.
No me compares ni me idealices. No me alabes ni me dejes abajo. Ni me beses estos labios urgentes, ni te des la vuelta o me esquives cuando te bese. En este silencio, esta ausencia permanente.
No te asustes ni te deprimas. No me escuches ni me calles.
Te tengo que decir lo que es verdad, de esta manera, que es la única que no te llega pero está visible en el viento de esta habitación que decore en una pagina de color. Si te ame no fue planeado, ni mucho menos deseado. Sentite alagado porque vas a ser por el resto de mi vida alguien especial.
Si te mentí no fue queriendo, fue para que no te decepciones de mis ojos mal pintados. Sentite bien, porque en realidad siempre te dije la verdad.
Si mis poesías ahogadas tenían de vos en ellas, no te pongas mal por mi insistencia inútil. Son mil letras y mil emociones con un solo propósito.
Si te digo que me siento sola en este puente y no recibo nada de el otro lado, entendeme. No puedo vivir en un mar de lágrimas, los salvavidas se agotaron y muchos se desinflaron.
Me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado.
Asíque de alguna manera te digo
gracias, de nada, hola…y
adiós.


-M♪ca,ela.

viernes, 27 de agosto de 2010

El alma al aire.

Pensó: soy un alma antigua en un cuerpo joven.
Y eso era maravilloso, era único. Porque además lo sentía y se daba cuenta, pero las cosas eran difíciles de sostenerlas en una balanza equilibrada. Tal vez en otra vida si lo estuvo, “en perfecto equilibrio”, pero en esta, lo tenia que encontrar. Y era genial y misterioso, porque ella se daba cuenta de eso y de mil cosas más imposibles de explicar.
Equilibrio…, costaba. Volver a su propio eje era una cosa pasajera. Era como ese minutero eterno o ese “tic tac” que solo toca el centro un segundo.
Su alma pedía mil cosas, pedía ser descubierta por otro, por ese amor, ese…complemento faltante pero no necesariamente necesario. Pedía salir hacer mil cosas, bailar, hablar, gritar. Pedía mil actividades, mil emociones, mil ilusiones. Estaba acelerado, iba más allá de la realidad, podía llegar a mirar y a sentir lo más profundo de las cosas bellas, verlas y tocarlas. Sentir el dolor y saborear las lágrimas saladas. Las mil y una en el mar.
Su cuerpo era tan inquieto y difícil de llevar como esa alma única, que rodeaba su ser, esa luz del centro. Pero ese cuerpo, esos huesos, esa carne, esas venas, esa sangre estaban limitada por la edad de su evolución, de su crecimiento.
Ella lo sentía. Sintió mil veces que el alma salía a través de ese cuerpo que le quedaba tan chico, a través de sus ojos, sus movimientos de baile, sus palabras, hasta en estas letras.
Y esa alma, querida amiga, mil años de edad, y yo con tan solo dieciséis…que se supone que podría hacer?. Simple.
Simplemente,
vivir ese universo de pequeñas cosas.

-M♪ca,ela.

martes, 17 de agosto de 2010

De noche.

Un cosquilleo me acariciaba la piel, la pequeña impaciencia, las mariposas de algodón. Cosquilleo equivocado tras una mirada fantasma, un extraño, un…. inexistente en mi vida. La imaginación se volvía recurrente tras la desesperación de estos labios impacientes. Nada que una copa de vino blanco no pueda ahogar en su profunda melancolía. Solo una copa mas, como todas las noches,.. la de hoy será la ultima.

-M♪ca,ela.

sábado, 7 de agosto de 2010

O algo por el estilo.

Puede que cuando llegues a mis manos, ellas estén arrugadas y marchitas de tantas flores que por mi culpa sin pétalos se quedaron preguntándome lo que de manera popular se conoce cuando se tiene una margarita en mano.




-M♪ca,ela.

viernes, 6 de agosto de 2010

Disfrutando.

Los fines de semana Amelie descansa en su casa, le gusta despertarse a la mañana y que su madre vaya hasta su cama para darle un beso en la frente con una agradable sonrisa y que luego se dirija a la cocina a prepararle algo calentito y rico. Le gusta abrir las cortinas de su enorme ventana y que el sol le de en la cara para despertarla y le fascina el calorcito abrazador que éste irradia. La música siempre esta presente en sus momentos de paz en los cuales ella escribe, come chocolate con almendras de vez en cuando, lee, o mira las actualizaciones de sus cuentas por Internet.
A veces los viernes Amelie sale con sus amigas, va a la casa de su querida y más preciada compañera que ya es casi como su hermana, parte de su sangre. Sino, también le gusta llegar a su casa temprano, comer algo rico y liviano así, finalmente, luego se recuesta y toma una siesta mientras escucha música que le transmite tranquilidad.
Amelie, actualmente, no tiene un hombre en su vida. Lo ha intentado, pero su resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas.
En cambio, ella, cultiva el gusto por los pequeños placeres. Hundir la mano en un saco de legumbres, preparar postres de chocolate y mientras los hace tomar con una cucharilla un poco de esa deliciosa mezcla suave aun cruda, y también mirar como las nubes se abren frente a sus ojos en el horizonte, todas amontonadas y con curvas, como grandes masas de algodón esperando a que algo las toque
así se difuminan en el aire.

-M♪ca,ela.