El sauce, tímida caricia del
viento, construye caminos paralelos, descubre las manifestaciones ocasionales
de las manos rozándose, las amables miradas lejanas que se sonríen. Él lo
imita, se mueve con la misma gracia que el amor en toda su perfección. Fluye en
sintonía con la vida, no posee reloj ni reglas humanas, la naturaleza lo guía,
como tal, a ser increíble.
El sauce, tímida caricia del
viento, imita a las pasiones que se posan en él, siente rozar las espaldas y
las manos que se toman por la cintura, descubre besos delatadores. Él los
imita, los cubre tras su cortina, verde entrada al paraíso que entre tiras de
hoja se mueven a penas como la música de los corazones humanos. Él los imita.
La lejana sonríe contra él.
By: Micaela Nuné Halacyan
(el arte es un estado del alma)