lunes, 19 de noviembre de 2012

Ensueño

Sucede en las esquinas, nadie lo nota, pero la brisa cada vez que roza tus ojos de mar, lagrimean un poco la melancolía de tu corazón.


Aurélie acaricia el Sena con sus ojos esperando una chispa de compasión por aquel escenario que es como contemplar el paraíso desde un puente en Paris. Tiene la nariz fría y los labios a penas brillan por el labial. Las manos dentro del saco rojo y los pies un poco separados. 
La cita estaba dada, solo quedaba suspirar un poco más rogando que el corazón no decidiera salirse de lugar, alquilara un botecito y recorriera contento el Sena impulsado por el viento frío del invierno que ensordecía las almas tristes y recuperaba el calor en abrazos eternos.
Aurélie pensaba en la carta, el vaso de vino, la respiración en su nuca delatándola, la petrificación personalizada cuando Pierre encontró sus ojos en la multitud por primera vez. Faltaba solo unos minutos para la hora programada.
Sus parpados bajaban y subían conforme sus sentimientos se intensificaban con el paso del tiempo, sintió de repente un escalofrío que subía por sus delgadas piernas y se acentuaba en su cintura, allí percibió la tibieza que tanto había esperado. Las manos que la sujetaban eran aquel momento único. 
-Mademoiselle, llegue tarde? -susurro una voz familiar llena de esperanza
-Justo a tiempo -Aurélie se dio vuelta y solo encontrar aquellos ojos delante de los suyos hacia que la vida adquiera sentido, color y por supuesto, la perfecta armonía de un vals melodioso que sonaba desde el fondo de su alma en medio de un puente en algún lugar de Paris.

By: Nuné Halacyan