Y admito que a veces no se si es pura femineidad, si es lo terreno, lo humano mismo, la adolescencia, el cambio de etapas, o verme parada con todo y sin más ni menos, me pesa el alma.
A veces se cuelgan de mi ropa sustancias enojosas, o suciedades de las malas palabras. A veces soy más susceptible que otros días. A veces soy mas humana de lo que creo.
Lo humano suele pesar. Pesa el cuerpo. Pesa el alma.
A veces quiero dormir y hacer mil cosas a la vez.
Si, lo admito. Escribir es una terapia.
M♪camelí.