Necesitamos una estricta concentración
ante lo minucioso y preciso de las palabras. Una atención sobrenatural diría
para comprender el origen de estas últimas. Se podría decir que es empalagoso
tratar de entender el nacimiento de las vocales en los interrogantes de las
desafiantes y acechantes oraciones que se despliegan y salen a flote por los
labios que las delatan. Las palabras las palabras, como decia Neruda: Las que glotonamente se esperan,
se escuchan, hasta que de pronto caen... Vocablos amados... Brillan como
piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal,
rocío... Persigo algunas palabras... Son tan hermosas que las quiero poner
todas en mi poema...
Y
así nomás, con un poco de paciencia, he de rendirme ante sus pies, ante sus
acentos y desventuras palabristicas, porque no se que haría sin ellas más que
las palabras del alma, las de las miradas, las palabras que se nombran o se inspiran
en silencio. Al fin y al cabo, terminan siendo necesarias.
By: Nuné Halacyan