sábado, 21 de enero de 2012

Horizonte


   Donde se une el cielo y el mar. Allí moran los pensamientos más secretos de una persona.    Sucede que uno no lo sabe.

   Remamos en un bote y el agua esta llena de flores blancas, nosotros vestido de blanco también. Nos animamos a sonreír y mirar al sol. A mi me gusta verte sonreír. Me encanta tanto que se vuelve prohibido.
   Y volvemos a concentrarnos en las inmensidades del universo, sabiendo que no hay ser como nosotros, ni como ellos. Y a la vez somos pequeños en comparación con olas gigantes que nos bañan en belleza.
   Entonces decidimos dejarnos fluir, porque el cansador movimiento de nuestros brazos remando hace que no lleguemos a ningún lado. Nos miramos, asentimos y nos sonreímos.    Tiramos los remos por los costados y miramos al cielo, inmenso caramelo celeste. Dejamos que la brisa nos lleve donde quiera.
   Te acercas un poco más, me acaricias la mejilla izquierda. Y todo no puede ser tan perfecto que incluso la brisa baila nuestro bote, llevándonos a lugares desconocidos.  
   Finalmente, cierro los ojos e inspiro fragancias dulces mezcladas con un poco de vos, del tiempo y tal vez la soledad, que nunca nos abandona. Siempre nos acompaña. 
By: Micaela