miércoles, 13 de enero de 2016

El tiempo se oculta en tu sombra, tan iluminada. Agujas muertas del reloj que marcan el pasado con respiración entrecortada y algunas sabanas revueltas.
El tiempo se oculta tras tu silueta delgada. Inmortalizada. Ahora la lente dispara un brillo y la eternidad consume los ojos miel que te delatan. La mueca transparente.
El tiempo mantiene las ocasiones vividas dentro de un mundo paralelo, un somnífero al corazón o algo así leí...creo. No. Si. Ojo miel. A veces tu silueta se muestra tensa en mi presencia y a veces tan inútil. Un poco lejana. Quizá. Si. Debe ser la lejana. Y acá con estas manos y sin un sapito contento que pose suave sobre mis palmas llenas de palabra y pluma.
Algún día.

Nuné