miércoles, 3 de agosto de 2011

Instantes (6)


Es agradable admirarte en la vaga imagen ilusionada que mi mente recrea de tu piel, tus manos. Casi puedo sentir la calida brisa que irradian tus ojos claros. Y allí, en mis sueños sumergirme en tus brazos, en donde quepo perfectamente. Están hechos a la medida justa de mi cuerpo. Solo el mío. Entonces en mis fantasías tú me sonríes y parpadeas lentamente. Admirando yo, cada parte de su ser te acaricio tu risa con mi nariz fría, y la brisa me despeina.
Y cuando menos me lo espero, mientras descanso en tu alma, te acercas más a mi y me susurras al oído…
RIIN
Abrí los ojos bruscamente –maldita sea, maldito reloj. Seis de la mañana- el frío hace que me acurruque más en las frazadas que cubren todo lo que soy. –No no, volvé, volvé susurro.
-Hija, levántate –grita con cariño mi madre.
-Bien…podría escribir algo mejor…- pienso –no, quiero que vuelvas, a susurrarme al oído como cada noche!
-Hija!
-Ya voy! Esta bien, te perdono por dejarme tu fragancia y llevarte los colores de tu imagen, pero vuelve en la noche, te suplico. –entonces salí de mi cama y algo extraño me sucedía, mi cuerpo no sentía el frío lógico. Sentía unos brazos cálidos rodeando mi espalda y bajando por mi cintura.
Me limite a sonreír.
By: Micaela

Los innombrables.

Desafinar entre los lamentos indiscriminados. Puede que no me tomes de la cintura esta noche. No te lo reprochare. Puede que mires para otro lado, y poses tu mirada en la ventana, no temas, nada te diré. Pero ten en cuenta, fiel gobernador, que cualquier cosa que hagas esta en mis manos. Que este corazón que se ha roto, solo lo puedo sostener yo.
Ve, vete luciendo esa sonrisa falsa, ve a conquistar mujeres. Mira, mira como sostengo un cigarrillo y lo llevo a mi boca, callada. Callada te sigo los pasos. Y no me mires así, no te atrevas a seducirme. Te amo, lo sabes. ¿Pero quien te quita los besos que te han dado? Me amas, lo se. ¿Pero quien me quita las lagrimas que he llorado?
By: Micaela