jueves, 27 de diciembre de 2012

Diario de la lejana (24)

Una vez más se detiene frente al espejo, sonríe y dice: "realmente creo saber lo que puede hacer el amor, pero no tengo ni la menor idea."
La lejana se alegra por no saberlo en realidad, alguna extraña fuerza sobrenatural guía su alma pasos más adelante que el resto para que desencaje con cualquiera que intente estar a su lado. Ella lo sabe. Hay tantos. A la vez nadie. 
La lejana ha probado el amor, a saboreado labios y a sentido el romanticismo más exquisito, los perfumes a media noche, la incansable mano ausente que surgía a su lado y recibía algo de lejos.
Pero no era tan fácil, la joven del puente sigue del otro lado y la lejana la mira, esperando que ella se acerque sin percatarse que cada vez esta más cerca de ella misma.
Hay alguien que nos observa tiernamente fuera del puente. Esta sentado en un banco de París,  sonriendo alegremente,contemplando a la lejana y mi. 

By: Nuné.Halacyan
(el arte es un estado del alma)

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Mil setecientos cincuenta y seis (1)


Pastizales dorados decoran el inmenso campo que se extiende en el horizonte cercado por el sol. Creo ver el atardecer que muere en sus colores y su pureza cálida. El viento comienza a soplar y por consecuencia, despeina el bucleado cabello de la princesa, la más joven de sus hermanas. El vestido en tonos beige y rosa claro son solo una prenda más que cubre su frágil cuerpo de mármol. La brisa hace bailar los pastizales dorados mientras ella baja la colina, camina hacia el horizonte teñido de un atardecer que muere en sus matices y la pureza cálida que abraza cada rincón del campo.
Las manos acarician a su paso toda vida natural que se cruce, inspira el aire cerrando los ojos y a penas sonriendo. Hay alguien acompañando sus pasos, el viento va contra su cuerpo, su vestido que es solo una prenda más y su cabello alborotado con sutiles rayos dorados, como los pastizales, como el sol que muere en su pureza cálida.
Puede verlo a su lado, percibe su aroma en cada espacio del atardecer que traspasa su cuerpo logrando que se trasluzca su alma. Al abrir los ojos, la joven princesa, la más joven de sus hermanas, sabe que esta siendo abrazada por aquella presencia  guiando sus pasos desde la eternidad. 
Allí la espera con dulzura, anhelando ser solo una luz y así poder ser parte, de nuevo, de un atardecer como aquel, que moría en un horizonte con matices irradiando pureza cálida.

By: Nuné.Halacyan
(el arte es un estado del alma)

jueves, 20 de diciembre de 2012

Aplastamiento de las gotas


Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones 
cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita
en lo alto del marco de la ventana, se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo
y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae.
     Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga,
ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de pronto zup ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
     Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran, me parece ver la vibración
del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse.
     Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.


Julio Cortazar. 

domingo, 16 de diciembre de 2012

Manos extendidas


Había algo que tenia, algo recóndito en mi alma que disfrutaba tenerlo. Ahora observo las manos y pienso si se encuentra todavía en mí. Materializado.
Descubro con sorpresa que mi corazón siente adrenalina por las noches, cuando las estrellas me estrechan en sus brazos y descubro que tengo toda la vida por delante. Hay palpitantes deseos de hacer tanto que quiero hacerlo todo.
Solo necesito terminar de tener ese medio, ese puente que me une al otro lado, como la Lejana en Cortazar, que nació de un suspiro, una noche en vela. Mi puente al otro lado de la realidad porque en ella están mis deseos materializados.
Me siento, y escribir resulta ser mejor que respirar y llevar aire a mis pulmones, que ya cansados un día no necesitaran más este aire. Allí, pues, mis hojas escritas serán los pulmones de la memoria de mundo. La memoria de una joven que por las noches sentía adrenalina mientras las estrellas la estrechaban en sus brazos. Pero ella aún tan joven... daba gusto saborear la intriga del mañana.

By: Nuné.Halacyan
(el arte es un estado del alma)

Pasa


A veces suben por mi sensaciones que cosquillean la planta de mis pies y besan de a poquito mis piernas, me acarician la panza con la nariz, ponen la oreja sobre mi pecho, me muerden el labio inferior, besan los párpados que cubren mis ojos y besan también mi frente.
A veces hacen el recorrido pero de arriba a bajo, y me bendicen en el camino. Las sensaciones van dejando pétalos conforme recorren el mapa con sus cosquilleos, besos, mordidas y demás.
A veces no pasa nada, y despierto del sueño sin nadie.
A veces tengo suerte, y descubro que estas conmigo. Siempre conmigo. Me volvés a regalar sensaciones.
By: Nuné Halacyan

viernes, 14 de diciembre de 2012

Ha.blabla.r


Necesitamos una estricta concentración ante lo minucioso y preciso de las palabras. Una atención sobrenatural diría para comprender el origen de estas últimas. Se podría decir que es empalagoso tratar de entender el nacimiento de las vocales en los interrogantes de las desafiantes y acechantes oraciones que se despliegan y salen a flote por los labios que las delatan. Las palabras las palabras, como decia Neruda: Las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen... Vocablos amados... Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío... Persigo algunas palabras... Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema... 

Y así nomás, con un poco de paciencia, he de rendirme ante sus pies, ante sus acentos y desventuras palabristicas, porque no se que haría sin ellas más que las palabras del alma, las de las miradas, las palabras que se nombran o se inspiran en silencio. Al fin y al cabo, terminan siendo necesarias.

By: Nuné Halacyan

lunes, 3 de diciembre de 2012

Diario de la lejana (23)


Sucede por las noches, cuando las voces humanas callan una a una y se despierta el alma. Sucede por las noches, entre susurros alguien me habla al oído, alguien que no sabe que me habla, pero me deleita con su simple existencia. No te veo todavía, y parece que te conociera de siempre.

La lejana percibe que ya no es tan lejana pero se siente persuadida por un escalofrío que la recorre de pies a cabeza. Las mismas palabras de siempre, pero suenan con diferente melodía, son las de un corazón palpitante que con su energía la abraza calidamente por la cintura, y le besa el cuello. Siempre le besa el cuello. Siempre halaga su aroma de flores de jardín.
La lejana cree ser la única, pero delante hay otro que la mira desde su recuerdo, que es un rumor interno, sabe a pasado y leyenda. Sabe a flores de jardín.

By: Nuné Halacyan

Nuit Blanche - Arev Manoukian

domingo, 2 de diciembre de 2012

Le Moulin


Fue acercándose sigilosamente a la nuca de la jovencita sentada en el banco del parque en medio de Buenos Aires. Aquella miraba fijamente los árboles y sus hojas, la joven estaba realmente fascinada porque el viento que corría entre las hojas verdes hacia que estas últimas se movieran incansablemente. Al darles la luz del sol parecían mil manos aplaudiendo sin cesar, algo poco usual o no visto siempre. Ella sorprendentemente lo notaba entre las pocas almas que paseaban por allí, un día como ese, un día cualquiera.
No para su corazón palpitante.
Fue acercándose sigilosamente a la nuca de la jovencita sentada en el banco del parque, le tapó los ojos con sus manos y con el dedo meñique le acarició la nariz suavemente.
-Buuuuuu –susurró. Y su voz sonaba, por alguna extraña pero maravillosa razón, a ciertas melodías que causan escalofrío en todo el cuerpo. La joven sentada en el banco del parque en medio de Buenos Aires se limito a sonreír, respirando al compás del viento, tratando de no escuchar la música de su corazón que amenazaba con salir del cuerpo.
-Buuuuu –susurró la voz de poesía- Me pregunté mientras venia acá, ¿que hiciste conmigo, para no poder dormir bien en toda la noche, para estar dando vueltas y desordenar toda mi cama? Mis pobres sábanas no sabían como acomodarse a mi cuerpo, y yo no sabia como abrazarte al extrañarte terriblemente.
Sacó las manos de sus ojos y la luz inundo las pupilas de la joven. Las manos del susurrador descendieron por aquel rostro aterciopelado y se sitúo al lado de ella.
Eran dos almas que por fin, luego de tanto andar, se habían reencontrado en el Universo, el silencio era la perfecta melodía que los llenaba de caricias mientras los pájaros cantaban canciones ensayadas para la ocasión y las hojas aplaudían sin cesar.
Las miradas de ambos se recorrían todo el rostro del otro, contemplaban la más bella escultura, el cuadro más sofisticado. Se limitaron a sonreír.
-Hola –dijo ella en un susurro entrecerrando los ojos aspirando aquel perfume que se desprendía de él.
-Hola –le respondió acariciando su cara y sonriendo suavemente.  

By: Nuné Halacyan