martes, 16 de febrero de 2016

romeo&julieta

Hay estrellas. Si entorno los ojos se ven todas aquellas que la contaminación lumínica nos ha quitado. Hay estrellas. El humo que sale de mi boca es amargo, acompañado de un recuerdo. Vi más puntos blancos en medio del campo, una dulce melodía que zumba en mis oídos y dos voces que coordinan al ritmo del universo, o algo así. Hay estrellas, si entorno los ojos veo el humor que las tapa de a ratitos. Mojo mis labios con la lengua y sonrió un poco. 
Recuerdo a mi bisabuelo, de repente, viene a mi mente. Mi madre diciéndome "él fumaba pipa desde los 14 años en las montañas". En Armenia. 
Hay estrellas. Mi escritor favorito aparece delante de mí con su tabaco, aunque odio el tabaco, lo amo a él como a nada. El humo que sale de mis labios me lleva al otro lado del río, me transporta a la huella de su mirada y una revolución cubana. 
De repente estoy en Francia, recuerdo una película: "estoy en París, como fumador pasivo también me afecta" Libro y letras que comienzas a seducirme la memoria, miro mi mano, en la oscuridad toda de la noche solo resaltan las estrellas y un habano iluminado. 
Recuerdo una vez más a mi escritor favorito, a su gato. Miro al costado el dulce felino que me acompaña silencioso, sabiendo todo lo que sucede en el interior de este universo que escribe las palabras, que exhala humo dulce, que viaja por el mundo, que mira las estrellas, que siente un abrazo, que lee poesía...allí me detengo. 
Poesía. Alimento melancólico para aquellos que viven del amor...allí me detengo.
Amor. Melancólico sentimiento que mueven estrellas y esta mano que apaga las luces y enciende la noche abriendo los ojos, mirando el cielo, descubriendo un silencio y un relato naciente en las paredes de esta alma sin fronteras, y que tanto a volado desde el jardín, acostada y noche. 

Hay estrellas. Cierro los ojos, y observo todo.

Nuné