lunes, 12 de diciembre de 2011

Empalaga.te


Es el mar, pues, como tus caricias bajo el agua. Tal vez tu corazón sea el océano más grande, el Pacifico cuando nuestros ojos se encuentran, o parte del Atlántico cuando las mareas se vuelven furiosas bajo las nubes y una resolana ciega la conciencia.
No son más que palabrerías las palabras que han caído al mar, no son más que brisas las que nos alientan a seguir adelante. Es, entonces, un cálido reflejo aireado lo que veo sobre el cielo, tu rostro ahí pintado de celeste y tus ojeras de nubes. Pues en el horizonte distante y delineado por los ángeles veo la unión entre ese mar que somos y ese cielo que eres. Tal vez ahí, se escondan tus ojos. Y tal vez en el reflejo del sol, en su sombra más oculta, tu mirada.
By: Micaela

Guiños


Ahí, donde siento esa complicidad. Ahora siento que somos cómplices en compañías y que a penas tu reflejo me respira en el oído. Tal vez con los años la gente se comprende o se desentiende. Quien sabe, creo que aquí hay un “comprendernos” y códigos tan nuestros.
La inmediatez de una risa boba. No, es una risa cómplice como tu mueca, si es que hay una mueca, si será que las flores en primavera crecen, o apenas en otoño sonríes con las hojas secas. Creo que no, creo que sos de los que muecas una mueca en primavera y suspiras en otoño. Y si, sino no seriamos cómplices.
Je, imaginate. 
 By: Micaela

Sin puntos.


Lo curioso y gracioso es que en la mañana cuando abrí mis ojos volví a tener esa mano en el pecho que no me dejaba respirar. Supongo que yo soy quien se detiene y quien se alienta a seguir sin querer seguir por el camino que se que debe pero no conozco o conoceré y no se porque será tan complicada esta oración sin punto ni coma supongo que así me siento en este preciso momento y espero que pueda poner una coma o un punto hasta la fecha próxima.
Las ilusiones que se han topado conmigo, se han quedado tan grabadas convirtiéndose en mi realidad. No son ilusiones de cada aspecto de la vida. Solo es en un solo momento y creo que no es el adecuado.
Cualquiera que me escuchara hablar diría que estoy loca, seguramente el manicomio estaría con las puertas abiertas esperándome con más ilusiones que no bajan a la tierra. Siempre son vagas proyecciones que se van perfeccionando con el tiempo y así, van jugando un infinito ajedrez que me hace creer cosas que no son y vivir momento en los que jamás he estado.
Y no es que este plenamente necesitada de mostrar mi falta de cordura a través de las palabras, tal vez es la única forma directa conmigo misma de sacarlo y plasmarlo en otro lado, donde quedara pero se mantendrá frío como el hielo y saldrá de mi, tal vez un poco, para dejarme respirar.

La mano sigue presionando, seguramente me quedan mas cosas por decir.

Que tengo ganas de ser normal! Y creo que no lo soy por eso me cuesta caminar y vivir lo cotidiano muchas veces, queriendo “vivir las cosas lógicas” y no parezco ni de mi edad cuando abro la boca.
Entonces vos, que me miras ahí tan de tu lado que ni siquiera me ves, ni siquiera sabes que existo, como es posible que me causes tal humillación desesperante tratando de mostrarte cosas que no llegan y que no son más que vagas esperanzas lanzadas al universo.
Tanto tiempo tanto tiempo. Me esta carcomiendo la espera los huesos de mis pies, creo que va a llegar el momento que no pueda caminar bajo las ilusiones, seré un alma sin proyecciones porque las he agotado todas.

La garganta duele un poco, creo que quedan cosas por confesar.

Sin decirte, por supuesto, las verdades te las diré igual. Y el otro que me mira distante, como quien no quiere la cosa, que se yo como te veré y como me veras, no tengo que saberlo tan solo tengo que dejar fluir los días, las noches y las horas malditas. Pero que es esto, sino a vida misma poniéndome a prueba.
Para que? Para vagar con lo que quiero, con lo que debo o con las dos juntas que están bien de la mano?
No lo se! En mi naturaleza en este tipo de ocasiones me cuesta mucho “dejarme llevar, dejar que las cosas pasen”. Cual quier pájaro libre que me lea me asesinara si me ve, lo se, que desastre!
Pero no es más que la pura verdad. Y espero esto no tarde demasiado en solucionarse, porque no estoy para grandes pequeñeces del corazón.
Vos mira para otro lado y no me juzgues, nadie tiene el derecho, ni yo, ni ella que me mira desde adentro mío preguntándome y yo respondiéndole, lo que puedo.
Es gracioso, en fin, ya que esto también es producto de las ilusiones, malditas malditas, que me acorralan en la esquina de mi habitación. Pero la realidad es que cuando cierro los ojos, no escucho ninguna voz.

By: Micaela