martes, 31 de mayo de 2016

Memorias de Florencio (3)

De a momentos, me dan ganas de tomarme el día. Tomarme el día no solo de mis actividades, esas responsabilidades que van uniendo la vida con momentos de placer y un poco de madrugada que pasa entre mate y mate susurrándome un escritor al oído, como es la respiración de la yerba y me dejo ir en su voz sutil, afrancesada, una seducción que traspasa el tiempo. De a momentos, si, ganas de tomarme el día. Salís de este cuerpo tan sociedad, tierra, aire, experiencia, dolor, silueta y caricias. De a momentos, tomarme el día y dormir en ellas, en las palabras.
Levantarme de madrugada, pronunciar con soberana libertad lo que quiera decir, describir sus tildes y una coma que me separa del mate lleno de predicado que me conduce inevitablemente al sujeto que roza la silueta que formo suavemente con la boca. Un S por ahí, una C que me delata y me besa apasionadamente, una N relativamente exquisita y así me llaman. Una M tan nombre propio y tan puente de a ratos. Una libertad soberana de vivir en la poesía, de hacer el amor ahí misma, sobre los papeles en los que te escribo y sucumbir en sus miles de tipografías, volviéndome así solo un elemento más de mis deseos. Solo un instrumento de ello. De a momentos, tomarme el día y ganas de vivir escribiendo.

Nada más.

Nuné

jueves, 26 de mayo de 2016

Memorias de Florencio (3)

Justo ahora. El preciso instante en el que me rozas la nuca con tus labios. Escalofrío. Me quedo quieta y entrecierro los ojos. Terciopelo. Una mano suave, se desliza por mi columna acariciando cada poro de la piel que me delata. Dulzura. Palabras al oído, sonrió y te beso suavemente. Quizá, más atrevida de lo que debería. Te dejas. Descubro un placer distinto al cotidiano que imaginaba y me quedo acurrucada en tu pecho. Protección. Se entrecorta el aire y suspiramos. Respiración. 

Quiero escribirte la piel, llenarte de poesía. Acariciarte al ritmo de la música que suena de fondo, mezclarme con tu aroma y dejar de ser otra para ser también parte.
De vos.

Nuné

lunes, 16 de mayo de 2016

Memorias de Florencio (2)

Hay instantes efímeros y cautivadores que se dejan llevar por aquellas sensaciones que creemos nulas cuando ansiamos sentirlas, su roce acariciando la nuca y una respiración entrecortada, suave, se deja ser. Nuevamente abrimos los ojos, y creemos poder percibirlo todo, mientas un placer nos abraza, sublime, y todo el caos alrededor se transforma en belleza. Mirándose al espejo junto al otro ser, descubre que su virtud es curar los males del alma. 
Sonríe y suspira. 

Sigue y piensa.

Ama y es. 

Nuné

miércoles, 11 de mayo de 2016

Cazzo

Habré caminado más de treinta cuadras. No me di cuenta del todo. Tacones que lucen amorosos sobre las hojas secas y coloridas que dejo atrás paso a paso. Observo la ciudad, es tan inmensa y sin embargo siento que puede caber dentro de mi mano. 

Hay un susurro permanente dentro de mi. 

Si, admito perderme en la gran ciudad. Pero jamás me desesperara. La Maga en se disfruta, luce divertida como en una pasarela. Pregunta una calle y quizá no le sirve. Creo que alguien camina a mi lado, siempre llego a donde tengo que ir. Así que me despreocupo. Ojos picaros me observan. No sé de donde viene. 

Hay un susurro permanente dentro de mí, no quiero escucharlo.

Arboles abrazándose entre calle y calle. Miro el piso, no sé si camino sobre árboles o sobre hojas, la cantidad es incalculable. Creo que eso me divierte. Esconderme entre ellas. La Maga en mi lo sabe, sospecho. La brisa hace danzar miles de hojas que caen, parece película. 

Hay un susurro. Y sigue. 

Miro al cielo. Noche. Estrellas. El reloj mantiene horas muertas que poca importancia le doy. Sono tan sola. No entiendo porque. 

Me susurran. 

Nuné

jueves, 5 de mayo de 2016

Quietud

Quieta. Manos arriba. Quieta. Reencuéntrate con la quietud querida, que es algo diferente a estar quieta. Dije...quieta!


Por fuera, descompresión. Los rostros mirándose, a los ojos es más sencillo. Mis labios están perfectamente pintados, de alguna forma, se ira moldeando mi cuerpo. La altura me llega a los talones, y lo resuelvo con facilidad. Pero nadie tiene idea. Nadie. Quieta.
Sigo.
Mantener una postura apta para esta sociedad. Este mundo tiene demasiadas condiciones y me siento incomoda. Si, supongo que hay días que quiero desaparecer. Incluso de mi misma. 
Quieta.
Sigo. Por fuera, sonrisa. La agradable sensación de abrazar a los niños que encuentran la contención en las palabras que salen de mis brazos, en las caricias de mis palabras. La nobleza de encontrarse y arte y amor mientras aprehendo y aprehenden. 
Quieta. Por fuera, demasiadas caras a mi alrededor. Reuniones llenas de emociones. Un viaje. Un viaje se aproxima. Mi psiquis a penas comprender mi existencia y un viaje al otro lado del mundo me pisa los pasos. Me acaricia la cara, me revela secretos y recuerdos. No entiendo. Todavía no entiendo nada. Y quiero ser más consciente. Quiero estar más despierta. Estoy parada sobre el agua, pero no puedo comprender como lo hago. Algo superior sujeta mis manos así no caigo. Agradezco. Todos hablan a mi alrededor, hago que escucho. En realidad no se que escucho. Cuando mi concentración se expande soy pura luz. Cuando quiero soy todo. Tengo esa capacidad. Autodestruccion. Quieta. Amo. Amate. Escorpio. Un amanecer lleno de sorpresas.

Por dentro. Amor, felicidad, miedo, dolor, miedo, miedo, amor, felicidad, amor, miedo, expectativas, sorpresa, dolor de espalda, dolor de estómago, miedo, amor, felicidad, vacío, llenitud, dolor, llanto, felicidad, sonrisas, sonrisas, sonrisas, satisfacción, orgullo, ego acechando, amor, miedo, dolor, llanto, expectativas, preguntas, amor...

Odio ser, una montaña rusa. 
Aunque para ser sincera, no tengo idea de quien soy. 
Quiero saber.


Quieta.

Nuné