miércoles, 29 de enero de 2014

Diario de la lejana (47)

Generalmente se desviste de noche. A la Maga no le importa, siempre tiene la cortina cremita tapando cada rincón de la ventana. Suele vestir seda, solo necesita bajar los breteles del vestido para que éste, en una ceremoniosa y rutinaria escena se deslice por su cuerpo blanquísimo, descubriendo pequeñas imperfecciones en su piel pero mínimos e inútiles al contacto, en realidad.
Vaga por su habitación de un lugar a otro, se pone perfume detrás de sus orejas, primero se acerca el frasco a la nariz y aspira cerrando los ojos. Rosas. Y luego con el dedo índice, mojando la punta de éste acaricia apenas detrás de cada oreja. Luego cierra el frasco con la misma ceremonia que se desviste. Ella es así.
La hora de la Maga siempre es de noche, se alimenta de estrellas y lunas que cambian de forma conforme pasan los días. Siempre la descubre recostada en la cama mirando el techo con su cabeza un poco inclinada hacia la ventana y los ojos fijos en el cielo.
La Maga habla en voz alta, sola. Habla con su Lejana. Claro, porque no les he contado, la Maga es el alma de la Lejana, ella le a puesto nombre a su luz interior. Sin embargo, vive historias tan fascinantes como la otra en el puente, a veces vestida de rojo sino de…
La Maga derrama una lágrima sobre la almohada, se sumerge en mundos paralelos. Pide a gritos que la Lejana camine, lo necesita, de un extremo a otro para poder mirar todo el panorama de su alma. La Maga sabe bien, por eso siempre le ruega…la Lejana sabe curar los males del corazón.
La Maga cierra los ojos, y recuerda su último pensamiento…siempre el mismo.  


Dulces sueños Maga, dulces sueños –le susurran. 

By: Micaela Nuné Halacyan
(el arte es un estado del alma)

Adorables puentes

Mira no se, afuera llueve, imparable. Acá adentro, algo parecido, a veces lastima un poco algunas gotas pero resulta bueno así me despierto.
De tanto en tanto se suplantan los papeles. Somos un par de cuerpo que van por la vida, vaya a saber a donde. Creo que las almas la tienen clara. Mira no se, insoportable. La lluvia y esas cosas, afuera. Acá esta mejor, pero preferiría estar bajo la lluvia. Viste, así siento algo también.
Las personas no comprenden, destruyen puentes, y eso es lo que a veces sucede. ¿Pero que puente podría sostenerse de un solo lado?
Casualmente tengo la suerte de que el puente que sostengo tiene patas también del otro lado, eso es lo lindo viste. No todos tienen esa suerte, deberían…pero no todos saben sostener puentes como nosotros.
Me gustan los puentes, ya sabes, la Lejana esta parada en un puente, pero eso tiene que ver con otro puente, viste. Se entiende que es como el camino de su vida, por eso es más personal. Pero hablo de otro puente.
Yo sé, hay ciertas cosas que son innecesarias, como las palabras. Pero parte de mi oxígeno es la escritura viste. La gente anda por la vida lastimando a otros, recogiendo flores marchitas, bebiendo todo el día.
En cambio ando escribiendo las historias de mi puente. Y hay muchos puentes en ese puente de la Lejana. Por eso es tan importante para mi saber que hay patitas del otro lado, las tuyas viste.
Eso, a mi me gusta escribir en el aire, y escribo para todos. Escribo para mí, para él, para ella, para vos, para la Lejana, para la Maga, para Cortázar que se esconde a veces, para el panadero de la esquina, para un viejo amor, para un clandestino, para el correspondido, para el puente. Escribo porque el puente me inspira.

Quien quiera las palabras son un regalo de mi parte, quien no las necesita o no las utiliza o tal vez no les gusta, no las quiere…simplemente no las aceptará. Por eso las palabras son precisas de puentes y personas. No todas las personas quieren a los puentes, pero si todos los puentes construyen personas…solo hay que saber caminar por él. 

By: Micaela Nuné Halacyan
(el arte es un estado del alma)

Escrito N°300. 
Wo!