Sabíamos
pocas cosas.
Pensábamos
que sabíamos. Qué era el tiempo? Solo agujas mezquinas que se apropiaban de
nuestras vidas o ajenos horarios unos tras otros marcando un ritmo que nos intercedía
a otra dimensión sin salir de ésta?
Sabíamos
que éramos humanos. Sabíamos que éramos almas dando un sutil paseo por lo
terreno celestial.
Sin embargo
nos surgía la duda inmediata. Qué era nuestra vida? Un papel escrito por nosotros?
La manos de Dios dibujando líneas inconclusas para nuestro saber mundano,
mientras Él sabia como trazarlas? Era nuestra vida suspiros separados que
decidieron vivirse de lejos y respirar aires pasajeros? Era acaso la vivienda
dentro de una casa que subsistía en un mundo escondido dentro de una célula de
otro ser en el Universo y así sucesivamente?
Entonces,
se puede decir que podríamos llegar a ser infinitas células dentro de otros
mundos y estos dentro de otros cuerpos.
Pensábamos
que sabíamos. Eso era lo más divertido de no saber lo que uno sabe realmente. Por
eso cierta ignorancia incita al conocimiento.
“El
conocimiento os hará libres” vino a mi mente.
Pero va más
allá de la mera lectura o el saber como intelectual. Nosotros creíamos saber
que nos conocíamos. Yo sabia en el fondo de mi alma. Vos, estés donde estés, sé
que todas las noches sentís una cálida llamada al corazón.
by: Nuné.Halacyan
(el arte es un estado del alma)
(el arte es un estado del alma)