La noche
llega madrugada de sueños y despertares. Mantiene la mirada fija en el café y
este rebosante de suave espuma le confiesa entre sus hilitos de humo la vida de
un café. Sabe tantas cosas sobre la melancolía y el insomnio que podría, dice
entre chistes, poner un consultorio y ofrecerles solo té.
La noche
mantiene conversación con aquel café que siempre la escucha cuando las
estrellas la abandonan, la luna no sonríe en su lado oculto y piensa, que
placentero seria un amanecer lleno de soles siempre a su lado, así no esta tan
sola, así le prepara el desayuno y con una rosa sobre la bandeja le lleva a la
cama además, un café.
By: Nuné Halacyan