lunes, 18 de junio de 2012

Diario de la lejana (12)

El insensato suspiro toma de por si el mando de esta noche que me azota la conciencia. 

No son más que las pasiones mismas, insertadas en mi alma, fluctuantes e intensas las que me quieren hundir en la interminable ligereza de tus labios karmicos sobre mi joven piel. La noche me atormenta con preguntas tan certeras y precisas. Pero la soledad termina siendo una acompañante filosófica que me habla sobre mi moral. Si fuera por este cuerpo, si tal conciencia racional no existiría, ya no estaría vestida. Respondería a lo animal del ser humano, no me importaría. Si fuera simplemente por mi existencia terrenal sucumbiría mi cuerpo entre tus manos, tu respiración y tus constantes susurros.Pero mi moral se destruiría. Nada conseguiría, algo sólido como el roble no existiría en tal ocasión. Esta soledad llena de suspiros y una noche que me mira con ternura aconteciendo mi tranformacion, son parte de lo racional en mi. Y mas allá de este cuerpo, hay un alma, un ser pensante capaz de no lastimar y esposarse con cadenas antes de hundir todo logro de bondad y entendimiento que tanto le ha costado forjar. Pues, basta. Yo frenare mi bestia y se que con eso será suficiente para sonreír mañana sabiendo que seguirás allí, y que nada se a perdido en el horizonte.


By: Micaela Halacyan.

jueves, 7 de junio de 2012

Vale entender lo que se lee.


La teoría de la reminiscencia es una teoría del conocimiento según la cual conocer es recordar.
Aunque tiene antecedentes, la teoría se asocia principalmente a Platón. Para éste, adquirir conocimiento consiste en recordar lo que el alma sabía cuando habitaba en el mundo inteligible de las ideas antes de caer al mundo sensible y quedar encerrada en el cuerpo. Así, la teoría de la reminiscencia está ligada a la diferencia platónica entre el cuerpo y el alma.


(fuente: Wikipedia) 

teoría de la Reminiscencia, uno.

Cuando la noche se torna de lagrimas confusas, lagrimas cansadas, cuando les pesa la pancita al bajar por la mejilla, es símbolo de que hay un falta de expresión. Algo que no dijiste, vos o vos.
Algo que no digo. Ni a mi misma. Tal vez no se por donde empezar porque no vale la pena. Sin embargo descienden por mi rostros y se posan en la comisura de los labios que ahora, húmedos y tensos, no saben que decirse a ellos mismos.
Resultado parcial, hay un cierto cansancio del "todo malvado" que a veces, pesa. Y si. La realidad esta frente al espejo. Tal lejana, tal vez esta lectora de ella, es un ser humano. Aunque a veces no lo crea, o no lo quiera creer.

Lo soy. Aunque a veces me pese la existencia de este cuerpo.

By: Micaela Halacyan