lunes, 27 de agosto de 2012

Extra anima

Siempre es igual. El mismo fantasma, la misma malesa pegada en la piel, la misma desesperación. Cálida noche que asusta corazones, almas intimas y la locura del deseo que azota los cuerpos teñidos de besos ausentes. Pesados paracaídas que no sobrevuelan los cielos, caen exhaustos al mar. Dios los observa y sigue repitiéndose: "libre albedrío". Aun así, y toda la miel del mundo, se hunde en tus manos ese cuerpo que nunca fue tuyo y fue del aire. Sigue siendo del aire. Tan bellamente inútil, pero un cuerpo al fin. 
Un alma intimidada por la noche y las estrellas, se escabulla por la habitación y se sienta a pensar en el rincón más frió de ella. Los deseos inconfesables que por la madrugada se disipan como si no hubiesen existido jamas. Y un insípido corazón latiendo tiernamente esperando la nada del todo.

By:  Micaela.Halacyan