martes, 14 de febrero de 2012

Diario de la lejana (1)

Y que suenen las campanas.

Ir caminando, por caminos paralelos. Sin cruzarnos. Mirando las mismas cosas, pero de diferentes perspectivas. Sintiendo similar, y viviendo experiencias paralelas.
Parecidas, pero no iguales. No juntos.
Las cosas que suceden tiene un "por que", todo es "causalidad". Las personas usan mal el término de "casualidad". Esta última no existe, a menos que uno quiera creerlo, y lo deje todo como esfumado en el aire.
Pero nosotros, caminamos por un parque y observamos el mismo árbol pero de diferentes lados. La música seguirá produciendo éxtasis, pero sus melodías cambiarán. Seguiremos pasándonos la lengua por los labios. El aire sera igual de fresco, pero moverá diferente nuestros cabellos. Los días pasaran, en fin, no serán los mismos que el anterior. 
Me sentare una tarde en un banco del parque, y observare como bailan las hojas, como el cielo se tiñe más celeste y como las nubes me regalan poesías con sus formas y mi imaginación. Me sentaré en la punta derecha del banco, no como acostumbro, en el medio. No ese día. Tu veras lo acogedor que resulta de repente ese sitio, esa persona. Te sentarás y observarás lo que observo, pero ya no separados ni por caminos paralelos. Nuestros ojos podrán apreciar el mismo haz de luz que el otro. 
En un momento nos miraremos, sonreiremos sonrojandonos. Lo sabremos ahí, aceptando la verdad para nuestros adentros sabiendo que a partir de ese instante caminaremos el mismo caminos y nos diremos: Si, estuve tan distraído/a.
By: Micaela