lunes, 30 de abril de 2012

Diario de la lejana (9)

No es tan fácil definir lo que siento. Al menos en este momento. Creo que si lo intentara seria propiamente dicho una "mentira". Y como acá, pues, se trata de la expresión en todo su sentido y luz natural, me limitare a confesar.

Confesar que si estuvieras aquí, si supiera como es tu rostro, al menos tu nombre o un pequeño destello de tus ojos, al menos eso, las palabras saldrían diferente. Pero es tan dulce el no saber de ti, como aquel día que te conozca, y ese sera el momento. Allí el mundo desaparecerá. Mis rodillas temblaran, el corazón golpeara muy fuerte contra mi pecho, mi boca se secara, mis pupilas se agrandaran, pero mi figura permanecerá tan elegante que creerás eso que ves, como yo de ti. Aun, cuando sepamos que es mentira y que por dentro se desata una revolución.

Puedes confiar en estas palabras el día que llegues a leerlas, que son la mismísima verdad. Aunque no importa, tal vez, si lo confesado arriba se cumplen tal como se lee. Lo que importa es que estés ahí esa noche, y me sigas buscando con la mirada aun cuando me vaya del salón. Pues sabre en ese instante, que eres tu.
 
By: Micaela Halacyan