Había algo
que tenia, algo recóndito en mi alma que disfrutaba tenerlo. Ahora observo las
manos y pienso si se encuentra todavía en mí. Materializado.
Descubro
con sorpresa que mi corazón siente adrenalina por las noches, cuando las
estrellas me estrechan en sus brazos y descubro que tengo toda la vida por
delante. Hay palpitantes deseos de hacer tanto que quiero hacerlo todo.
Solo
necesito terminar de tener ese medio, ese puente que me une al otro lado, como la Lejana en Cortazar, que
nació de un suspiro, una noche en vela. Mi puente al otro lado de la realidad
porque en ella están mis deseos materializados.
Me siento,
y escribir resulta ser mejor que respirar y llevar aire a mis pulmones, que ya
cansados un día no necesitaran más este aire. Allí, pues, mis hojas escritas
serán los pulmones de la memoria de mundo. La memoria de una joven que por las
noches sentía adrenalina mientras las estrellas la estrechaban en sus brazos.
Pero ella aún tan joven... daba gusto saborear la intriga del mañana.
By: Nuné.Halacyan
(el arte es un estado del alma)