De vez en cuando la vida, nos besa en la boca…
La lejana se pasea por la ciudad seduciendo incansablemente,
pero se cubre los ojos bajo anteojos negros de sol, que incluso usa bajo la
lluvia. La lejana lo sabe. Sus ojos expresan el mundo. A veces los cuida del
sol, de parpados envidiosos, de miedos saliente por sus pupilas sin percatarse
de que pueden ser descubiertos. Las gafas de sol, incluso en días lluviosos,
ayudan a tapar los húmedos círculos marrones que desempeñan la tarea de hablar más
que la lengua.
Sin embargo, se pasea por la ciudad seduciendo
incansablemente, simplemente camina y respira. Parece extraño, pero suele
bastar.
La lejana lo sabe. Sus ojos expresan aquel mundo que esta
bajo la piel que la delata.
La lejana lo percibe, y a veces se lamenta, pero resulta
inevitable. Sabe que no cualquiera bajaría las gafas de sol que usa incluso en días
de lluvia para descubrir el mundo que guarda en su alma.
By: Nune Halacyan