domingo, 17 de julio de 2011

Profundidades del ser.

Me voy deshaciendo con la brisa que me roba el aliento. El frío congela mis manos, pero no me importa, el invierno mantiene caliente mi ser, porque entre las bufandas y las medias se esconde todo mi cuerpo. Y nadie lo ve. Mira, es un misterio.

Mi cuerpo es tan misterioso como mi ser, aunque nadie es tan misterioso como se cree. Y lo que menos quiero ser es misteriosa, aunque suena tentadora la idea de tentarte con mis ojos para que me acaricies.

Pero no, en realidad no quiero. Aléjate.

Mira mi caminar pausado, mirame con los hombros tensionados caminado, y luego dándome cuenta y respiro y los suelto. Y mi cuerpo comienza a flotar en las brisas frescas que el aire me proporciona.

Lo sentís mientras me lees?, sentís el frío en tu rostro y el viento que te despeina?

Soy yo, saludándote.

Mirame con desconsuelo, esto no es para nadie, es para quien lo quiera. Quien lo quiera, se lo regalo.

Solo quería describir la inquebrantable sensación de ir caminado y que cada pétalo que me conforma se desprenda de mi cuerpo silenciosamente y se pose en el hombro de alguien. Y así, pasito a pasito, dejo mi marca en las vidas de los demás, mientras ellos me regalan sus brisas y las guardo en mi ventana cerrada, para así, cuando llegue el final de los días, la abra y agradezca por las rosas que me han regalado.

Porque de todas y cada una de ella, estoy conformada yo. Pero mi perfume, eso es lo único que verdaderamente viene solo conmigo. Mi esencia.

By: Micaela