viernes, 1 de julio de 2011

Instantes (3)

Desde una terraza lejana al piso de lo que seria esa callecita que a penas se ve, solo una parte de ella, un auto estacionado, una puerta colonial, creo observar en mi memoria un tiempo tan antiguo como las mismas arrugas de mi mano.

Veo el instante en que la forma de un hombre camina y se desvanece a dos pasos, tal vez un romántico que toque a la puerta tres veces con un ramo de flores detrás de él, yo puedo ver ese ramo, pero ella delante mantiene su cara de sorpresa hasta que él se decide y la sorprende con fragancias y rosas.

Creo poder observar desde allí edificios, si alzo mi mirada un poco, las luces de ellos comienzan a poblar el cielo que solo se ve en pequeños espacios. La ciudad es chica, los edificios son grandes.

Desde donde estoy parada, inmóvil, tomada de la baranda, miro abajo, y veo la soledad de las callecitas que pueblan este suelo lleno de empedrados. Y antes de subir, como mis pies estaban cansados y no estaban como para un “todo terreno”, el empedrado de Buenos Aires me cansó y me subí a la sera y medio angosta, medio disfrutando, medio observando, medio sonriendo caminé hacia donde les describo lo que observé y se grabo como una fotografía con marcas del tiempo en mi mente.

Creo ver a todos y no ver a nadie, creo ver la ventana que da a un baño pero la luz esta apagada…todavía.

Creo veo a una mujer planchado. Y ropa tendida con gotitas picaras que se desprenden de ellas para luego fundirse en el pequeño espacio científico que las identifica y las describe como ache dos o. Pero son más que eso, porque cuando miré al cielo, calló una de ellas en mi nariz y todo mi cuerpo se estremeció a causa del frío.

Creo que Dios también puso a secar su atuendo único, blanco como las mismas nubes.

Creo que puedo ver mucho más desde donde estoy, al recordar mi memoriosa foto desde la terraza de un amigo que hace mucho no veía.

Tal vez la literatura sea ese camino que llene el alma de los que me lean.

Tal vez la mía.

Tal vez, solo se fundan en el viento y el tiempo se las lleve y las dispersen a otro lado del mundo para luego reaparecer en mis sueños.

Como una fotografía.

por: M♪camelí.

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