A veces sospecho y creo llamarte desde mi horizonte, vaya a
saber uno, quizá indescifrable, que entre estanques y arroyos fluimos
brevemente en un insondable acontecer fugaz de besos, caricias, pelos revueltos y perfume que sabe dulcemente a la habitación poblada por nuestros únicos
cuerpos, estos que tenemos, para poder estar junto y trata de ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
[Gracias por dejarme una caricia al alma]