La Lejana
lo sabe. Lo peor es que lo sabe. Y la Maga la deja ser…no debería.
Porque es
tan pasional, y es tan emoción, y tan miel, y tan fuego eterno con mezcla de claridad
eufórica. La Lejana es así, tan sentimiento y percepción, y amor por la vida,
el puente, el Cíclope.…Cíclope amado.
La Lejana
se sienta en el puente, con el Sena debajo de éste y fluye como tal. Ella
quiere imitar el agua que fluye y es propio de si. La Lejana medita, recuerda
respirar.
Ella
respira.
La Maga la
contempla desde otra percepción, más elevada y pura…pone su mano en el pecho de
la Lejana y resulta que se ilumina su Ser.
Claro…si la
Maga es el alma. Ella es perfecta.
La Lejana tiene tanto que aprender, tan joven y viva...tiene toda la vida por delante. Y el Cíclope le susurra...como siempre. Y ella se deja, porque no hay fusión más pura que ese recuerdo vivo.
La Lejana ES, no hay forma de que no lo sea. Y yo la contemplo, porque la amo y le agradezco. Porque ella, siempre sabe curar los males del corazón.
By: Micaela Nuné Halacyan
(el arte es un estado del alma)
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[Gracias por dejarme una caricia al alma]