miércoles, 17 de noviembre de 2010

I need...

Ella solo recordaba que se abrazaron, se abrazaron desde el alma. Él con desesperación, pensando y sintiendo que en toda su vida solo es poco de ella podía llegar tener, solo un poco de la inmensidad que la rodeaba.
Y cuando lo recordó…
No la soltaba, y ella trataba de no lastimar su corazón. Con las pocas fuerzas que le quedaban él dijo:
“Te quiero”
y ella…
“Yo también” respondió por fin, con verdadero sentimiento, sintiéndolo de verdad.
Pero más allá de eso, más allá de verlo como alguien tan perfecto, había cadenas que no la dejaban. El éxtasis prohibido de alguien que en realidad jamás le correspondió para concretar algo, la tenia amarrada contra él, y ella se había dejado llevar por los dulces y el arcoiris que de vez en cuando se veía atrás una capa negra.
Cuando se desenlazaron pero sus manos aun seguían tomadas, sus ojos, esos ojos tiernos de alguien bueno desde el alma, cubiertos de desesperación, tristeza, lágrimas con puertas cerradas.
Ella lo abrazo, consolándolo, no quería que sufriera, no quería que ese ser tan hermoso decayera.
Y luego de un tiempo, se saludaron y cada uno fue por su lado, encontrándose otras veces, hasta que la vida tomo nuevo rumbo, pero no los separo, solo los alejo por un tiempo.
Cuando ella recordó este momento casi oculto y borrado en su memoria…
Que clase de cruel persona había sido!, dejándolo ir así! Que ganas tenia ahora ella de abrazarlo, pedirle perdón, sonreír, decirle que lo quería, que lo quería mas que a nadie, y besarlo mil veces mas dejándolo atónito, queriendo saber eso, eso tan de repente.
Qué había pasado?
Oh que cruel!
Y pensar que ella siempre había sentido algo por ese maravilloso ser y jamás lo pude ver claramente, hasta ahora. No será tarde, no lo es, no.


Tengo ganas de abrazarte hasta la eternidad de los tiempos.



-M♪ca,ela.

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[Gracias por dejarme una caricia al alma]