miércoles, 8 de junio de 2011

Jardín álmico.

Este jardín, la propia esencia florece como el más bello amanecer en el interior mismo de la luz por la cual estamos conformados. Es eso trasparente, eso que no se ve, se siente. Se debe de mirar con los ojos cerrados para percibir su color, su sabor, el aroma de las flores que invaden los pulmones y nos llenan de esa energía misma que viaja en el tiempo y nos tiende su mano para acompañarla y conocerla, conocernos, tocarnos el alma con la punta de los dedos y regar el jardín con cada uno de nuestros sueños.

M♪camelí y su escritora gran amiga y unión de nombres de nuestras abuelas: Lulita.

Gracias por la taza de café, gracias por la esencia compartida, gracias por las palabras y la confianza, gracias por las miradas y estas alegrías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

[Gracias por dejarme una caricia al alma]