miércoles, 21 de noviembre de 2012

Diario de la lejana (22)


Duelen las palabras contra mi garganta si no las dejo salir, y al saber que suenan mejor en el marco de lo escrito, las plasmo inmediatamente como aves que pinto sobre una gran tela y día a día tienen las alas más abiertas para volar, así no quedan solo en lo recóndito de mis sentimientos vestidos de vintage, así salen del nido y quien sabe…se terminan enamorando de alguna brisa teñida de aurora.

La lejana mantiene un secreto en lo más íntimo de su armario, tiene todo desordenado, pero el secreto esta bien acomodado en el primer cajón.
La lejana se viste de encaje de vez en cuando y habla secretamente con tus labios que saben tan a liberad que da gusto beberlos. Entonces cuando las insípidas manos se vuelven vulnerables al encuentro ella sale corriendo, vestida de encaje y seda.
A veces no admite su miedo, pero cuando cae rendida a metros del río las piernas le tiemblan tanto que no sabe si es a causa del cansancio, a causa del miedo, o de las infinitas ganas de correr un poco más dando la vuelta y sumergirse en aquellos labios que saben tanto a libertad que da gusto beberlos.

By: Nuné Halacyan

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