jueves, 1 de agosto de 2013

Diario de la lejana (40)

Algunas veces sucede, los interrogantes mueven el piso y es allí donde la arena se cala por entre las dunas misteriosas, llenas de fantasía y cuerpos desiertos.
De lejos observan a la lejana, ella distingue una mirada penetrante, ojos negros con un alma que quiere Ser, pero.…
Alrededor el viento se levanta impaciente barriendo todo a su paso, limpiando sus corazones. La lejana simplemente se deja embriagar por el fluir del desierto. Ella lo sabe, lo ve en aquellos ojos distantes que la observan atesorándola y sin embargo…
A veces sucede, los interrogantes causan escalofríos, deseos, incertidumbres milenarias. Si el ser humano supiera que el corazón late más de la cuenta cuando quiere hablar, ningún desierto calmo nos separaría.
El sigilo se apodera de los danzarines pies de la lejana, se acerca y cada paso es firme en la arena que cosquillea y acaricia sus tobillos.
Los ojos ínfimos observantes la delatan. No puede evitarlo, cierta atracción determinante se apodera de ellos mientras el crudo invierno de la noche desértica los invade calándole los huesos.
Es acaso posible? La lejana es interrogada por el mismo desierto, ella asiente con la cabeza.

Y sin embargo…

By: Nuné
(el arte es un estado del alma)

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