Descubrirnos
en un café, mirarnos entre humeantes sabores sobre la mesa, incluso antes de
hablar…detectar la delicia del sabor antes de comprobarlo con la lengua el
labio propio. Después parpadear, humedecer las pupilas.
Todo es
incluso armonioso cuando se le regala al placer propio un poco de miradas lejanas.
Tal vez yo parada un poco más lejos tuyo caminando de un lado al otro…tal vez
vos sentado en una mesita cuadrada de madera lustrada.
Descubrir
en el humito del café que se dibuja en el aire como quien se da al alma, que no
es cualquier día, ya que ciertas sensaciones no se perciben todas juntas de
repente…a menos que se vaya a descubrir algo verdaderamente importante. Tal vez
un reencuentro de miradas íntimas, que aún no saben sus nombres.
By: Nuné
(el arte es un estado del alma)
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[Gracias por dejarme una caricia al alma]