Quizá entre Marie y las circunstancias cotidianas había una
serie de desencuentros secretamente tejidos entre fantasías y malezas que, de
tanto en tanto, se pegan a la piel. Ahora lo mira todo de otra forma ¿O quizá esa
forma de observar dure solo unos días cercanos y fugaces?
Ruega que no sea así, y claro. La pobre se pasea frente al
espejo y cree descubrir en su joven cuerpo desnudo y frágil respuestas pasadas,
o la aventura de una espera sentada en aquel árbol, se delata en un cuadro. Un
recuerdo tan antiguo que de repente se sobresalta y se toca el pecho, la piel
tibia, cree que esa imagen se ha convertido en tatuaje. Pero no. O quizá…
Tocan la puerta.
By: Micaela Nuné Halacyan
(el arte es un estado del alma)
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[Gracias por dejarme una caricia al alma]