jueves, 21 de abril de 2011

De más.

Indiscretamente se acercaba, sin precaución de nada, ni sentido común del asunto. Caminaba pasos rápidos y ligeros sin mirar a nadie. Casi corriendo, pero no corre, camina ligero.

Los ojos se le inundan en la más profunda melancolía y se rodea de aires pasados. Los ojos quedan intactos y captan su mirada. Se encuentran en el espacio que los separan.

Nadie los ve, nadie los siente, y ellos tan indiscretamente se abrazan como sucede cuando no ves mucho tiempo a un extraño tan conocido como esa persona, que te ve y te desnuda.

Se paran indecisos y el suelo tiembla bajo sus pies. O tal vez son ellos?.

Te imaginas imaginarte la imaginación de lo inimaginable que seria encontrarte en la calle un día cualquiera y llegar a abrazarte?.

Aquí no hay deseo ni desesperación, pero hay palabras que nunca hable y disculpas que nunca di. Ni caricias que jamás te ofrecí. Ni un café. Nada. Te di un invierno lejano.

Ojalá me escucharas, y dejaras de agarrarte de ese invierno sin sentido que no hace más que nada. Ojalá me vieras, y miraras la paz que tengo dentro de mí, conmigo, con el mundo. Vieras que toda desesperación, y deseos desesperados se han disipado y soy un remanso de caricias que se deja llevar por el viento a donde quiera la vida, el camino, el destino, como gustes llamarlo.

Ojalá te cruzaras una vez más conmigo, y te robaría el tiempo y te invitaría a palabras nuevas que tengo incorporadas, y te sorprenderías. Y también un perdón en susurros al oído y risas de fondo.

Si supiera la gente, que nada ya me hace falta desesperadamente. Y que tengo todo aquí en el corazón.

Ojalá me vieras sonreír a tu lado y caminar como dos desconocidos que se reencuentran en el tiempo de arena que estaba aislado.

Y es que tal vez jamás lleguemos a nada, ni una taza de café, una charla, una mirada, ni un suspiro, nada menos que una pelusa. Y a mi eso no me interesa en realidad. Simplemente me sale sonreírte.

Te complican mis palabras?, las lees?. Se que no. Creo que eso me hace sonreír. Es divertido.

Me divierte saber que existís, y que una brisa de tu esencia puede invadirme los pulmones y hacerme sonreír. Porque simplemente existís, y no lo sabes.

Y los que menos entiendan todo esto, les caerá mal este relato que no tiene importancia en realidad, porque la verdadera importancia de las cosas solo la se yo. Tu sabes no?, se que no. Nadie en realidad. Ni yo en el fondo.

No esperen. Yo si.

Pero como nada tiene realidad….dispone a tu gusto de esas ilusiones.

M♪camelí.

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